Isleños son los más perjudicados con la mudanza del centro de salud Pobladores de las islas Yegros, Pantita Cue y Kuña Paso forman parte ...
Isleños son los más perjudicados con la mudanza del centro de salud
Pobladores de las islas Yegros, Pantita Cue y Kuña Paso forman parte de las numerosas familias que fueron perjudicadas con el traslado del Centro de Salud de Ayolas a un sector del hospital regional del IPS. La mudanza fue hace dos años con la excusa de que la infraestructura del edificio corría riesgo de derrumbe. Un documental, elaborado por el equipo de EN360 sobre la dramática situación, va a ser presentado mañana en ABC TV.
AYOLAS, Dpto. de Misiones (Miguel Ángel Rodríguez, corresponsal). El centro de salud de esta ciudad funcionaba hasta el año 2016 a doscientos metros del río Paraná. Alegando un posible derrumbe en un escueto informe, el jefe de Infraestructura del Ministerio de Salud Pública (MSP), Horacio Loizaga, había dispuesto el traslado de los servicios de aquel centro médico al hospital del Instituto de Previsión Social, ubicado a unos 11 kilómetros, en la Villa Permanente.
La mudanza supuestamente era temporal, pero el servicio continúa funcionando en el predio de la entidad previsional mencionada, donde ahora se otorga una pésima atención tanto a los asegurados como al resto de la población.
Las familias que habitan las islas del río Paraná, aguas abajo de la Central Hidroeléctrica Yacyretá, fueron las más perjudicadas con el tras- lado. Son personas que viven en condiciones paupérrimas, sin agua potable ni energía eléctrica, en casas de madera, palos, hule, piso de tierra y hasta en viejas carpas. La mayoría tiene como medio de subsistencia la actividad pesquera.
Por ejemplo, Lázaro Villalba (43) habita en Pantita Cue con su pareja Catalina Vera (44) desde hace más de 20 años. Contó que desde que el centro de salud se mudó a la Villa Permanente la atención no es la misma. Antes solo tenían que llegar hasta el muelle de San José Mi y caminar dos cuadras para llegar al hospital para consultar con el médico de guardia. Si no había doctor, eran atendidos por alguna licenciada en enfermería que les expedía las recetas necesarias o directamente les entregaba medicamentos.
Pero desde que se realizó la mudanza, según Villalba, la situación cambió. Debido a que Ayolas no tiene servicio de transporte público urbano, quienes necesitan un médico deben tener al menos G. 30.000 para pagar el servicio de taxi que les lleve al centro médico. Caso contrario, deben caminar un total de 11 kilómetros.
A veces se valen de la amabilidad de algún vecino de la zona que les acerca al hospital en su vehículo.
La familia Villalba depende únicamente de la pesca, que no siempre es suficiente, lo que les imposibilita pagar el taxi o solventar otros gastos que puedan surgir durante la permanencia en el hospital.
En otro sector de la misma isla viven Rafael Espínola (63) y su esposa Carolina Beatriz González (59). Ellos refieren que cuando necesitan un médico, primero reman en su canoa durante una hora y media hasta el muelle y desde ahí tienen que buscar algún medio de transporte que los lleve hasta el IPS.
Ambos quieren la reapertura del centro de salud en su propio edificio del barrio San José Mi, porque de esa manera las familias humildes podrán acceder nuevamente a una atención médica adecuada.
Pedido unánime y robos
Así como los isleños, pobladores de Ayolas formaron una comisión para exigir la reapertura del Centro de Salud en su edificio original, cerca del río Paraná en el barrio San José Mí. La estructura se encuentra en buenas condiciones, aunque los instrumentos y demás ya fueron “rapiñados”.
La mudanza al hospital del IPS beneficia principalmente a médicos que son, al mismo tiempo, funcionarios del Ministerio de Salud y de la previsional, además de ser miembros de ANR.
Fuente: ABC COLOR