“Yo quiero ayudar a los chicos que no tienen oportunidades” Tras décadas de vivir en Sendai, Japón, el arpista sanjuanino José Luis ...
“Yo quiero ayudar a los chicos que no tienen oportunidades”
Tras décadas de vivir en Sendai, Japón, el arpista sanjuanino José Luis Barboza (56) volvió a Paraguay y lo hizo con ganas de quedarse, pues busca ser profeta en su tierra. “En octubre van a cumplir dos años que falleció mi señora, Wakana Iwasaki, con quien conformamos el dúo de arpas y voces Sol de Misiones (...), entonces pienso venir a quedarme a Paraguay”, comenta.
Aunque su regreso definitivo tardará unos meses más, por unos compromisos pendientes en Japón, el arpista ya está ultimando detalles para presentar un material discográfico en nuestro país. “Tiene 22 temas originales (el músico también compone), entre ellos, varios dedicados a mi pueblo, San Juan, Misiones. El cedé se titula A mi flor eterna, en homenaje a mi esposa”, menciona.
Agrega que ahora visita a muchos colegas, con quienes están ideando proyectos para un futuro cercano. “Digno Acuña me está ayudando a reinsertarme en el circuito, que lleva su tiempo, pero se puede, porque hay voluntad y buena predisposición”.
escuela itinerante. Otro de los proyectos del arpista es ayudar a los jóvenes talentos, que no pueden desarrollarse por falta de oportunidades; y colaborar para el crecimiento del arte en el país. “Nosotros tenemos lo que tiene todo el mundo, tenemos valores y quién sabe cuántos son desconocidos, por eso lo que yo estoy pensando es salir un poco al interior y enseñar. Yo quiero ayudar a los chicos que no tienen oportunidades, con los instrumentos adecuados, traigo muchos instrumentos de Japón y quiero crear una especie de escuela itinerante”, sostiene.
Lamentó la falta de oportunidades que muchos potenciales artistas no tienen. “Te imaginás si uno quiere hacer estudiar a su hijo y vive a la orilla de Ñeembucú, en la frontera con Argentina. Le resultará más fácil cruzar a estudiar allí y ya se nos van, porque ven más oportunidades”, analiza y destaca el aporte del programa Sonidos de la tierra, “por la oportunidad que da a muchos”.
Necesidad. El artista comenta que en Japón los artistas son tratados con la mayor estima y las políticas culturales son envidiables, pero considera que Paraguay tiene gran potencial, aunque “de lo cultural hablan mucho las autoridades, pero el apoyo que se necesita en este ámbito no se está dando; nos dan el aliento, pero en el momento en que uno tiene que bancar las cosas –porque cada cosa tiene su costo–, no se apoya”.
Es consciente de que aquí las cosas no son fáciles para los artistas, pero eso no lo desanima. “Son pocas las personas que contratan a folcloristas para sus actividades, creo que por la situación económica; pero siempre hay gente que apoya”, sostiene.
Es un convencido de que en su Paraguay hay mucho por hacer, y quiere ser parte de ello. “En nuestro país hay muchos valores, muchas cosas lindas, pero pareciera que últimamente se quiere mostrar lo feo, lo negativo, y tenemos demasiado, mucho futuro joven. Ojalá se cambie esto y se ubique a la gente en el lugar adecuado (...). Me doy cuenta de que en Paraguay se puede hacer más, se debe ayudar más”, concluye.
Fuente: ULTIMA HORA